BENJAMIN FRANKLIN
inventor del pararrayos
(Boston, 1706 - Filadelfia, 1790)
Político, científico e inventor estadounidense. Decimoquinto hermano
de un total de diecisiete, Benjamin Franklin cursó únicamente estudios
elementales, y éstos sólo hasta la edad de diez años. A los doce
comenzó a trabajar como impresor en una empresa propiedad de uno de sus
hermanos. Más tarde fundó el periódico La Gaceta de Pensilvania, que
publicó entre los años 1728 y 1748. Publicó además el Almanaque del pobre Richard (1732-1757) y fue responsable de la emisión de papel moneda en las colonias británicas de América (1727).
En 1747 Benjamín Franklin inició sus
experimentos sobre la electricidad; defendió la hipótesis de que las
tormentas son un fenómeno eléctrico y propuso un método efectivo para
demostrarlo. En 1752 publicó en Londres en su famoso almanaque (Poor Richard’s Almanack),
una aplicación donde propuso la idea de utilizar varillas de acero en
punta, sobre los tejados, para protegerse de la caída de los rayos. Su
teoría se ensayó en Inglaterra y Francia antes incluso de que él mismo
ejecutara su famoso experimento con una cometa en 1752. Inventó el
pararrayos y presentó la llamada teoría del fluido único para explicar
los dos tipos de electricidad atmosférica, la positiva y negativa.
A
partir de entonces nacen los pararrayos que, contrariamente a lo que
indica su nombre, se diseñan para excitar y atraer la descarga para
luego conducirla adonde no ocasione daños. La confianza de protección
era tan grande en la sociedad, que inconscientemente, no contemplaban
sus riesgos, llegándose incluso a diseñar estéticos paraguas con
pararrayos incorporado.
En 1753,
el ruso Georg Wilhelm Richmann siguió las investigaciones de B.
Franklin para verificar el efecto de protección, pero en su
investigación, un impacto de rayo lo fulminó cuando éste fue excitado y
atraído por el pararrayos, recibiendo una descarga eléctrica mortal
cuando manipulaba parte de la instalación del pararrayos.
En
1919 Nikola Tesla definió correctamente el principio de funcionamiento
del pararrayos, rebatiendo las teorías y la técnica de B. Franklin y
su patente. Desde entonces, la industria del pararrayos ha evolucionado
y se fabrican modelos de distinto diseño, como pararrayos de punta
simple, con multipuntas o punta electrónica, pero todos con el mismo
principio físico de funcionamiento: ionizar el aire a partir de un
campo eléctrico natural generado en el suelo por la tormenta, con el
principio de excitar y capturar el rayo en la zona que queremos
proteger. Una instalación de pararrayos está compuesta, básicamente de 3
elementos, un electrodo captador (pararrayos), una toma de tierra
eléctrica y un cable eléctrico para conducir la corriente del rayo,
desde el pararrayos a la toma de tierra.
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